Los bancos y sillas de ducha son especialmente útiles para personas con movilidad reducida, personas mayores o aquellos que se están recuperando de una lesión o cirugía. Proporcionan un lugar seguro y estable para sentarse durante la ducha, lo que facilita la higiene personal y reduce el riesgo de caídas. Estos equipos suelen estar fabricados con materiales resistentes al agua, como plástico o aluminio, que son fáciles de limpiar y mantener.